miércoles, 30 de noviembre de 2011

Mascotas Resucitadas

Luis como cada mañana sacó a pasear a su perro, un precioso ejemplar de Beagle, una raza conocida por ser unos excelentes rastreadores y grandes cazadores. Su paseo matutino finalizó sin ningún contratiempo y Luis no advirtió que la rutina de cada mañana se había roto.

Todas las mañana cuando salía de casa con el perro el loro de la vecina empezaba a gritar y provocar los más chirriantes sonidos, Sultán que así se llamaba el perro odiaba al pájaro con toda su alma y comenzaba a ladrarle provocando mas de una queja entre el vecindario. Sin embargo esa mañana nadie molestó a Sultán y el loro no había armado el escándalo habitual.

Luis no le había dado importancia a ese hecho. Pensó que tal vez su vecina, debido a las quejas del resto de vecinos, había decidido guardar a su mascota en el interior de la casa.

La sorpresa de Luis fue mayúscula cuando al buscar a Sultán en el jardín trasero, que era parte de la comunidad de vecinos. se encontró como su perro excavaba un agujero en la tierra con el loro en la boca. Rápidamente y de un salto le quitó el pájaro de la boca al animal, comprobando que ya estaba muerto.

Asustado y sin saber que hacer limpio al loro de sangre y restos de tierra y decidió colocarlo en la jaula en la que su vecina tenía al animal normalmente. Ocultó toda prueba de que Sultán había asesinado al loro y trató de hacer una vida lo más normal posible, pensando que tal vez al encontrar al loro muerto en la jaula no investigaría su muerte y pensaría que había muerto de alguna enfermedad.

Aproximadamente una hora después escuchó gritos y llantos en la casa de su vecina. Se acercó al lugar para tratar de consolarla como lo hubiera hecho en una situación normal para no levantar sospechas.

Ante los llantos sacó todo un arsenal de consuelos, le dijo que el loro había tenido una vida feliz, que pronto podría comprar otro pájaro que le hiciera compañía, etc.

Sin embargo los llantos y gritos de la mujer no sólo eran de tristeza e impotencia. Tenía un miedo atroz, pues el loro había muerto la noche anterior y ella lo había enterrado esa misma mañana en el jardín de la parte trasera.

¿Habría regresado de entre los muertos su mascota?

El Diablo en la Discoteca

Una noche de viernes santo, se hizo una fiesta en la discoteca más famosa de la ciudad, dicen que en un momento determinado de la noche ,entró a la discoteca un joven, que atraía las miradas de todas las jovencitas que se encontraban en el lugar, era alto ,muy bien vestido, con unos ojos algo extraños pero encantadores...

Este apuesto joven se acercó a una muchacha para sacarla a bailar y ella encantada por su apariencia aceptó sin pensarlo dos veces, mientras bailaban él le advirtió que no mirara sus pies ya que se sentía un poco intimidado y no era capaz de seguir el ritmo, ella asintió con la cabeza…

Pero al cabo de un rato no resistió mirar sus pies, ella se quedó sin aliento al ver unas garras horribles y se desmayó enseguida, todo el mundo al ver a esta joven tendida en el suelo corrió a socorrerla, y el joven con el que bailaba ya había desaparecido del lugar.

La muchacha cayó en un terrible estado de coma, y sus padres ordenaron revisar las cámaras del lugar para identificar al hombre que todos creían que era el culpable de su estado, pero para sorpresa de todos, en el video de seguridad se veía claramente que la jovencita se movía sola por toda la pista de baile, el hombre no se reflejaba en la grabación. Para confirmar esta escalofriante historia en el baño del establecimiento en uno de los espejos decía:

"Viernes Santo, muerte de Cristo, Viernes Santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos"...

La discoteca estuvo varios días impregnada con un olor a azufre y la joven murió después de un tiempo con unas marcas de quemaduras en la espalda...

¿¿¿Te atreverías a irte de fiesta ahora en Viernes Santo???

martes, 29 de noviembre de 2011

el grito 3

Todo ocurre días después de la muerte de la familia de Jake Kimble (Matthew Knight) en Chicago, y después de que éste sobrevive. Su cuidadora es la Dra. Sullivan, quien se muestra escéptica ante las historias de Jake, el cual describe a una mujer con el pelo largo y negro cubierta de sangre. Pero un día, para desgracia de Jake, la Dra. Sullivan tiene que dejar a Jake en su habitación por un tiempo mientras ella visita a otros pacientes. Jake le suplica de mil maneras que se quede, pero ella no le presta atención. Cuando se va, las luces de su habitación comienzan a titilar, y Jake se da cuenta de que Kayako ha llegado. Grita en busca de ayuda y el guardia de seguridad llama a la doctora, pero ya es demasiado tarde que es arrojado por toda la habitación por Kayako (ya que se ve no solo a Jake sino tambien a Kayako) quien le rompe casi todos los huesos del cuerpo.
La hermana menor de Kayako, Naoko Kawamata, es una joven japonesa que oye de la muerte de Jake a través de los periódicos y se preocupa. Naoko sabe cómo acabar con la maldición y viaja a Chicago, donde el último incidente relacionado con Kayako ha ocurrido. Ella se hospeda en el apartamento de Chicago, donde vivía Jake, y es muy bien atendida por Max (Gil McKinney) el gerente, y de inmediato comienza a sentir la presencia de su hermana. Max tiene dos hermanas, una de 8 años (Rose) y otra de 19 (Lisa). Lisa (Johanna Braddy) planea irse del apartamento con su novio Andy. Desafortunadamente, Rose se encuentra con Toshio que al parecer está enamorado de ella. Al principio solo jugaban pero luego ella ya no se sentía comoda con su presencia. Pero Rose no es la única afectada, pues Lisa se encuentra con él en las escaleras. Al preguntarle qué está haciendo en el apartamento, Toshio desaparece dejando a Lisa desconcertada.
Una noche Brenda, hija de Gretchen (Marina Sirtis), la vecina de Max, Rose y Lisa, se estaba preparando para darse un baño, pero Toshio la metió en la bañera y ella es ahogada por el espíritu maligno de Takeo Saeki. Otra noche, Gretchen está pintando un hermoso cuadro de Rose, pero en un momento va a la cocina y escucha un ruido. Al regresar, encuentra el cuadro casi destrozado y en un charco de pintura roja. En un momento, la imagen de Rose toma la forma de Kayako asustando a Gretchen, y luego unas huellas (de manos) al parecer de Kayako, comienzan a aparecer en el suelo, avanzando hacia Gretchen. Luego, las huellas desaparecen y otra de sus pinturas comienza a cambiar transformándose en Kayako que se arrastra hacia Gretchen y la mata arrancándole la mandíbula y los ojos.
Lisa, la hermana de Max, oye hablar a Naoko sobre la maldición y se da cuenta de que las muertes en el apartamento de Chicago - incluyendo la muerte de Jake Kimble - están conectados. Luego se encuentra con la Dra. Sullivan (Shawnee Smith), quien le cuenta todo lo que aprendió de Jake, sobre Allison Fleming y Kayako Saeki. Pero para desgracia de Lisa, la Dra. Sullivan le dice que Toshio, el niño que veía ella y Rose en el apartamento, estaba muerto. Luego le muestra un video de una de sus entrevistas con Jake, quien le dice a la Dra. Sullivan que Kayako se sentaba a su derecha constantemente. Lisa finalmente regresa a la casa, pero la Dra. Sullivan analiza más pruebas y luego ve en una de las cámaras de seguridad a Toshio sentado en un pasillo y va hacia allá. Todo parece normal hasta que Kayako aparece en el pasillo. La Dra. Sullivan sale por la puerta para que Kayako se quedara atrás, pero luego aparece a su lado. La Dra. Sullivan huye de ella hasta que una puerta no se abrre. Ella grita y Kayako se acercaba más y más. La Dra. Sullivan siente los dedos Kayako recorriendo su pelo y toca su mejilla. La Doctora seguía gritando pero de pronto Kayako se apodera de su cabeza y le parte el cuello, salpicando sangre contra la ventana.
Más tarde esa noche, Lisa invita a su novio Andy (Beau Mirchoff) a cenar, y allí ella le cuenta todo lo que sabe. El no le cree y trata de convencerla de que se vayan a Nueva York juntos. Pero ella se niega. De regreso al apartamento ella se despide de él y cuando salía ve las luces del apartamento titilando y a Toshio subiendo las escaleras hacia el trecer piso. Andy sigue a Toshio hasta la habitación 305. Esta habitación es donde murió la familia de Jake. Él entra a la habitación oscura y al intentar encender el interruptor, la luz hace un corto circuito. Luego vuelve a ver a Toshio y entra a un cuarto. Al volver a encender el interrutor, se vuelve a provocar un corto circuito que permite ver a Kayako tras él. Luego se cierra la puerta de la habitación.
Más tarde, Max muestra signos de posesión y se vuelve violento y agresivo, y ataca a su superior cuando es despedido. Más tarde su jefe Praski es asesinado por Toshio Saeki en su coche. Max comienza a desquitarse con Lisa y luego empuja a Rose a un lado y le dice que vaya a su habitación. Naoko se viste con el atuendo Itaku y comienza a hacer un exorcismo en la habitación 305 utilizando a Rose como testigo, pero en mitad de esta ceremonia, Naoko le dice a Lisa que Rose tiene que beber la sangre de Kayako. Naoko pide a Rose que beba eso, afirmando que "el mal va a desaparecer". Lisa estúpidamente niega a tener nada que ver con este ritual, y empieza a salir, sólo para encontrar su camino bloqueado por Max el cual ha sido poseído por el espíritu maligno de Takeo Saeki, y ahora está por repetir el mismo homicidio de Kayako, esta vez con Naoko. El persigue Naoko en el pasillo, y cuando Naoko intenta razonar con él, se rompe la pierna. Naoko intenta arrastrarse, pero Max se apodera de un cuchillo, agarra a Naoko por su cabeza, y le clava el cuchillo por la garganta. Kayako persigue a Lisa y a Rose a través de la planta superior de la vivienda. Lisa y Rose corren al baño y allí encuentran el cadáver de Andy. Lisa lo abraza en medio de lágrimas y luego Andy se convierte en Kayako. Rose es expulsada del cuarto de baño y las cerraduras de las puertas se cierran. Lisa intenta alejarse de Kayako mientras esta se arrastra hacia ella. Rose, en un intento por salvar a su hermana, bebe la sangre de Kayako y el espíritu maligno de esta se desvanece. Takeo es exorcizado de Max, que está horrorizado con lo que ha hecho. Cuando esté sentado, sumergido en el remordimiento y la culpa, escucha los ruidos que vienen desde el otro extremo del pasillo. Luego sale el espíritu maligno de Naoko, que tropezando con su pierna rota y brotando sangre de su garganta, avanza hacia Max. Naoko ha aparecido como un nuevo Onryō naciendo otra maldición causada esta vez por Max. Ella se arrastra hacia él y lo mata.
Rose estaba entre convulsiones y entonces Lisa le pone oxigeno. Cuando Rose se tranquiliza, Lisa sube a ver a su hermano y lo encuentra muerto en el pasillo. La policía y los médicos han llegado para realizar el levantamiento de los cadáveres. Lisa estaba con Rose. Está última estaba muy asustada y por eso Lisa le dice que todo va a estar bien, y la abraza. Sin embargo, la imagen final es la de Kayako abrazando a Lisa en lugar de Rose, indicando que Rose lleva ahora el espíritu de Kayako.

La mujer con la boca cortada

Kuchisake-onna (la mujer con la boca cortada) es una leyenda de la mitología japonesa. Trata sobre una mujer que fue asesinada y desfigurada por su esposo, convirtiéndose en un yokai (espíritu demoníaco) que regresó para vengarse.

La leyenda dice que hace mucho tiempo había una preciosa pero vanidosa mujer que se casó con un samurai. La bellísima mujer era pretendida por muchos hombres y acostumbraba a engañar a su marido. El samurai sabía de las infidelidades de su esposa por lo que un día en un ataque de celos y furia le cortó la boca de un lado a otro mientras gritaba:


¿Piensas que eres hermosa?

¿Quién va a pensar que eres hermosa ahora?


Se dice que desde entonces una mujer con la cara tapada, por una máscara como la que usan los cirujanos, vaga por las calles de Japón. Cuando encuentra a un hombre joven (mujeres según otras versiones) se acerca y les pregunta con el rostro cubierto:


¿Soy hermosa? (¿Atashi kirei?.)


Recordemos que en Japón el uso de máscaras para evitar enfermedades y no respirar el aire contaminado es bastante habitual, por lo que los chicos normalmente al ver sus bonitos ojos y sus suaves rasgos responden que SÍ. En ese momento la mujer retira la máscara dejando al descubierto la horrible hendidura que se extiende de oreja a oreja con una escalofriante sonrisa. Y les pregunta de nuevo:

¿Y ahora? (¿Kore Demo?).

Todo aquel que dice que NO, se asusta, grita o muestra el miedo en su cara es atacado por el espíritu que con unas tijeras gigantes les corta la cabeza.



Sí la víctima responde de nuevo que sí ”solamente” le cortará la boca de lado a lado para que sufra su misma suerte. En otras versiones si respondes afirmativamente las dos veces la mujer te seguirá hasta la puerta de casa donde te asesinará igualmente, ya que "kirei" en japonés para hermosa o linda es muy parecido a decir "kire" que significa cortar.

Existen otras versiones en las que si respondes que "Sí" cuando ella se quita la máscara, te dará un brillante y valioso rubí cubierto de sangre y se irá.

Es imposible escapar de Kuchisake-Onna, puedes salir corriendo pero aparecerá frente a ti de nuevo. Hay varias formas de escapar que varían según la versión de la leyenda:



- Puedes contestar con otra pregunta: ¿Y yo? ¿Soy hermoso? Eso confundirá al espíritu que se quedará pensativo dándote tiempo a escapar.

- También puedes llevar dulces contigo y se los tiras o simplemente se los ofreces quedará contenta con el regalo y te permitirá marcharte.


Aquí os dejo un vídeo con escenas de la película "Carved" basada en la leyenda...

El perro de la calle

Sara y Antonio disfrutaban de su luna de miel en México, se habían casado apresuradamente porque ella se quedó embarazada, pero no por ello se querían menos que el resto de recién casados. Llevaban años hablando de la boda y el próximo nacimiento no hizo mas que acelerar un enlace que ellos deseaban desde hacía tiempo.

Su viaje estaba resultando de lo más placentero, México les cautivaba, ambos caminaban durante horas por las playas de Cancún hasta que el sol caía, no habían visto un paraíso igual.

Una tarde mientras caminaban por la playa decidieron alejarse un poco de la zona turística, a unos cientos de metros encontraron lo que parecía un vertedero. Una zona sucia con un olor nauseabundo y un riachuelo cubierto casi totalmente por espuma. Entre la basura vieron un pequeño cuerpo moverse, un perrito chiguagua que parecía muy enfermo, tenía los ojos rojos, probablemente por alguna infección, estaba muy delgado y apenas podía moverse. La pareja que era amante de los animales no pudo quedarse indiferente, recogieron al animal y lo llevaron al hotel.

No les quedaba mucho tiempo de vacaciones y sabían que las normas del hotel eran muy estrictas con respecto a los animales así que no pudieron llamar a un veterinario. Sin embargo el amor y atenciones que dedicaron al perrito parecía tener sus frutos, lo alimentaron, limpiaron y al día siguiente parecía haber mejorado mucho, pues ya podía caminar y abrir los ojitos.

Enamorados del dulce animal decidieron que no podían abandonarlo de nuevo a su suerte, mientras hacían la maleta para regresar a España hablaban de lo bien que se llevaría con su gato Baltasar. Metieron al perrito en un bolso y se dirigieron al aeropuerto.

Como Sara estaba embarazada no tuvo que pasar por los filtros de seguridad por lo cual pudo pasar fácilmente al perrito escondido en su bolso, el animal aún estaba tan débil que no podía ladrar por lo que sería fácil llevarlo sin que nadie se diera cuenta.



Una vez llegaron a su casa, su gato comenzó a comportarse de una manera extraña, tenía un comportamiento muy agresivo con el chiguagua, como si estuviera asustado. Pensaron que serían celos y que pronto serían amigos.

Pasados unos meses nadie podría reconocer al chiguagua, el pequeño animal que parecía un esqueleto cuando lo encontraron había ganado peso y una poderosa musculatura, ya pesaba casi 8 kilos, un peso desde luego inusual para un perrito de sus características. El gato estaba muerto de miedo y no bajaba de los muebles para nada.

El chiguagua se había convertido en el rey de la casa.

Por otra parte Sara había tenido una niñita preciosa, debido a la preocupación de las últimas semanas de embarazo y la alegría del nacimiento la pareja casi ni se había percatado del comportamiento de sus mascotas.

Hasta que un día Baltasar desapareció, el gato alguna vez había realizado alguna escapadita en busca de gatitas en celo pero era la primera vez que no regresaba en varios días. Antonio puso varios carteles por el barrio con la foto del gato pero no dieron sus frutos, el gato se había ido.



Pasado un tiempo todo parecía haber vuelto a la normalidad, su bebé con dos meses estaba cada día más guapa. Su perrito ya pesaba 10 kilos y tenían un cuerpo rechoncho pero muy fuerte, era una verdadera máquina de comer que nunca parecía saciarse.

Una tarde la comida del perro se acabó, por lo que Antonio tuvo que salir a comprar mas mientras Sara cuidaba de su hija. La madre aprovechando que el bebé se acaba de dormir se metió a la ducha. Mientras se enjabonaba escuchó el corto llanto de su hija, pero a los pocos segundo se calló de nuevo.

Cuando Sara salio de la ducha su niña había desaparecido, no estaba en la cuna donde la había dejado. Como loca se puso a buscar por toda la habitación, debajo de la cama, en los armarios… nada, ¡ La niña había desaparecido!.



Antonio que llegaba en ese momento encontró a su mujer gritando y llorando de desesperación, juntos revisaron hasta el último rincón de la casa, hasta que se dieron cuenta de que su perro tenía las patas llenas de barro y sangre en el hocico.

Temiéndose lo peor salieron a su pequeño jardín donde encontraron oculto detrás de un seto un agujero en la tierra, como una madriguera. Aterrorizados por lo que pudieran encontrar cavaron con sus manos. Bajo tierra encontraron el cadáver de su hija parcialmente devorada y los restos de lo que parecía su gato desaparecido.

Antonio encolerizado fue en busca del perro y con un bate de béisbol le golpeó varias veces matándolo en el acto.

La policía llegó pocos minutos después y desconcertados por el caso llamaron a la perrera municipal para que se llevaran al animal, debían comprobar si tenía rabia y podría haber contagiado a sus dueños u otros perros del vecindario.

El veterinario al llegar al lugar de los hechos dejó a todo el mundo estupefacto.

“Esto no es un perro, es una rata enorme”

Al parecer la rata había crecido junto a un riachuelo contaminado por lo que había perdido el pelo, su increíble tamaño también podría deberse a una mutación, motivo por el cual había crecido con un cuerpo deformado que se podría asemejar al de un perro.

leyendas urbanas de tucuman

Comentan que en el Colegio Nacional de Tafí Viejo a veces les suceden hechos extraños a los alumnos que llegan antes del horario de entrada al secundario en el turno mañana. Una de estas historias narra que una alumna llegó temprano al establecimiento, ya que tenía que terminar de transcribir una tarea que había realizado en un borrador. Esta joven ingresó a su aula, que obviamente estaba vacía al igual que el resto del colegio a excepción de la presencia de los conserjes, y comenzó a “pasar en limpio” el trabajo.
Luego de un rato empezó a sentir ruidos en la habitación, y cada vez que levantaba la vista éstos cesaban. Pero realmente se impactó cuando vio que una de las lapiceras que estaba en su pupitre comenzó a flotar en el aire, levantándose de un extremo de la mesa hasta asentarse en el otro extremo. La chica logró dominar el miedo que la embargaba y simuló que nada había sucedido. Se paró tranquilamente, caminó con lentitud hacia la puerta del aula y cuando estuvo afuera comenzó a correr hacia la salida del colegio. Mientras corría se topó con los conserjes, quienes vieron el estado de shock en el que se encontraba la muchacha. La llevaron a la cocina y le ofrecieron un té. Ya más calmada les contó lo ocurrido. Sin embargo ellos no se asombraron, y le dijeron que varios experimentaron cosas similares en el colegio.
Pasaron los minutos y el lugar se llenó de alumnos y profesores tomando su ritmo habitual de día de clases. Cuando sonó el timbre para entrar a las aulas la chica se sintió más segura y regresó a la suya, se sentó y revisó los cuadernos que había dejado. Grande fue la sorpresa que se llevó al ver que su tarea estaba terminada, “alguien” la había completado y se podía ver que la letra era distinta a la de ella.

El rompecabezas

Una familia de tres (el hijo era adolescente, los padres lo habían tenido a edad madura) adquirió un rompecabezas de madera en una tienda de antigüedades. Armar rompecabezas era su pasatiempo favorito; solían jactarse de haber completado, a veces en una noche, paisajes y demás figuras de más de mil piezas. Eran los típicos rompecabezas comerciales, que en la caja exhiben la imagen que se alcanzará luego de acoplar pieza tras pieza.

En esta ocasión, notaron que el rompecabezas que comprarían parecía datar de hacía mucho tiempo, quizá un siglo, y que no había forma de saber a qué imagen llegarían. El dependiente, un anciano de modales afectados y aparente sabiduría, trató de disuadirlos de comprar aquello, no porque no quisiera venderlo, sino por lo que él había escuchado al respecto. Pero la familia estaba demasiado embelesada como para prestar atención a consejas de viejo; entreoyeron frases como “se termina en una noche”, “el resultado es más que una sorpresa”, etc., pero no les dieron importancia. Asintieron al enterarse de que, al parecer, su creador había sido un criminal ejecutado en Baviera por crímenes singularmente horribles.

Llegaron a casa, el día declinaba, todo parecía propicio para comenzar. Apartaron la mesa de dentro de la sala, se remangaron y pusieron manos a la obra. Al principio hablaban entre sí, pero poco a poco se hundieron en el silencio. Les urgía saber en qué acabarían sus esfuerzos. Esperaban dar forma a un castillo, un paisaje campestre o, en todo caso, una famosa pintura.
Se obsesionaron con terminar. Las piezas de madera, exquisitamente fabricadas y aparentemente infinitas, pasaban precipitadamente por sus manos y se iban incrustando en el lugar correspondiente.
La familia tenía una mascota, un perro faldero, que ladró numerosas veces al escuchar ruidos; pero sus dueños, excesivamente concentrados en su tarea, ignoraron las advertencias del animal.
Pese a que cada vez era más evidente lo que representaba el rompecabezas, alguna fuerza inexplicable les impedía suspender la actividad. Ya se habían reconocido, incluyendo al perro, y quizá la curiosidad los movía a completar la obra para saber si en la escena aparecía alguien más.

No apareció nadie. Los cadáveres (brutalmente mutilados) de la familia y la mascota fueron hallados en la cocina, reproduciendo perfectamente el rompecabezas que terminó adornando el centro de la sala. La policía fue incapaz de deducir lo ocurrido y, desde luego, jamás encontró al responsable.

El destino del rompecabezas es desconocido.

La Cabaña

Se dice que en una ocasión un estudiante fue al bosque de su ciudad para un trabajo en su universidad. Su función consistía en recolectar muestras de diversas plantas y catalogarlas. Fue tanto su interés en su labor, que no se dio cuenta que el día había acabado y se estaba adentrando en una oscura noche.

Se sentía perdido, no sabía hacia dónde avanzar con tremenda oscuridad. Cuidaba sus pasos para no tropezar, lo único que podría distinguir era la brillante luz de la luna y las estrellas. Después de unos pasos, pudo distinguir una pequeña cabaña en medio del bosque; pensó que sería buena idea entrar y pedir resguardo esa noche hasta el amanecer.

El estudiante se acercó a la cabaña, tocó la puerta unas cuantas veces, pero nadie parecía estar dentro. Al ver que nadie se encontraba por el momento, se decidió a pasar sin ser invitado. La cabaña parecía haber cambiado de tamaño, no aparentaba ser tan grande desde fuera. Había muchas puertas y un largo pasillo.

Mientras buscaba una habitación atravesando el pasillo a oscuras notó que en las paredes de la morada habían extrañas pinturas de personas de aspecto siniestro, al pasar parecían seguirlo con la mirada provocándole un escalofrío que casi le impedía moverse. Tras vencer sus miedos, tragó saliva y continuo por el pasillo hasta encontrar una habitación donde pasó la noche hasta el amanecer.

A la mañana siguiente sus miedos se habían evaporado, hacia una hora que había amanecido por lo que decidió abandonar la cabaña y finalizar su trabajo. Se levantó de la cama y al salir al pasillo se quedó helado...

En las paredes no había ningún cuadro... sólo ventanas



Patricio Amdor

La chica que pisó una tumba

Una noche, unos chicos celebraban una fiesta en un parque, entre risas y alcohol comenzaron a contar historias de terror. En la misma calle, había un cementerio y uno de ellos comentó lo mucho que le aterraba pasar por allí. Aprovechándose del miedo de su amigo otro de los jóvenes advirtió al resto con la siguiente frase:

- No se os ocurra nunca pisar sobre una tumba cuando se ha puesto el sol. Si lo haces, el muerto te agarra y te mete dentro.

- Mentira - replicó Alexandra - Eso son sólo supersticiones.

- Si tan valiente te crees ¿por qué no nos lo demuestras? Te daré 10 euros si te atreves, apostó el chico.

- A mí no me dan miedo las tumbas ni los muertos, respondió ella. Si quieres te lo demuestro ahora mismo.

El chico le tendió su navaja. Clava esta navaja en una de las sepulturas le dijo. Así sabremos que has estado allí. Sin dudarlo Alexandra cogió la navaja y se dirigió con paso firme al campo santo bajo la mirada atónita de sus amigos.

El cementerio estaba lleno de sombras y había un silencio sepulcral y sin quererlo el miedo se fue adueñando de la chica que con cada paso sentía cientos de ojos vigilarla y un aliento helado en la nuca.

- "No hay nada que temer", se repetía Alexandra para tratar de calmarse a si misma.

Escogió una tumba y pisó sobre ella. Después se agachó rápidamente, clavó en el suelo la navaja y se dispuso a marcharse. Pero no pudo. ¡Algo la retenía! Lo intentó de nuevo, pero seguía sin poder moverse. Estaba aterrada.

- ¡Alguien me sujeta! gritó, y cayó al suelo.

Al ver que no regresaba, los chicos fueron en su busca. Encontraron su cuerpo tumbado sobre la sepultura, fría, rígida y con la cara totalmente desencajada del miedo. Sin darse cuenta, Alexandra se había enganchado la falda con la navaja al clavarla en el suelo. Era la navaja lo que la retenía y ella había muerto de miedo tras sufrir un ataque al corazón.



Patricio Amdor

La chica que pisó una tumba

Una noche, unos chicos celebraban una fiesta en un parque, entre risas y alcohol comenzaron a contar historias de terror. En la misma calle, había un cementerio y uno de ellos comentó lo mucho que le aterraba pasar por allí. Aprovechándose del miedo de su amigo otro de los jóvenes advirtió al resto con la siguiente frase:

- No se os ocurra nunca pisar sobre una tumba cuando se ha puesto el sol. Si lo haces, el muerto te agarra y te mete dentro.

- Mentira - replicó Alexandra - Eso son sólo supersticiones.

- Si tan valiente te crees ¿por qué no nos lo demuestras? Te daré 10 euros si te atreves, apostó el chico.

- A mí no me dan miedo las tumbas ni los muertos, respondió ella. Si quieres te lo demuestro ahora mismo.

El chico le tendió su navaja. Clava esta navaja en una de las sepulturas le dijo. Así sabremos que has estado allí. Sin dudarlo Alexandra cogió la navaja y se dirigió con paso firme al campo santo bajo la mirada atónita de sus amigos.

El cementerio estaba lleno de sombras y había un silencio sepulcral y sin quererlo el miedo se fue adueñando de la chica que con cada paso sentía cientos de ojos vigilarla y un aliento helado en la nuca.

- "No hay nada que temer", se repetía Alexandra para tratar de calmarse a si misma.

Escogió una tumba y pisó sobre ella. Después se agachó rápidamente, clavó en el suelo la navaja y se dispuso a marcharse. Pero no pudo. ¡Algo la retenía! Lo intentó de nuevo, pero seguía sin poder moverse. Estaba aterrada.

- ¡Alguien me sujeta! gritó, y cayó al suelo.

Al ver que no regresaba, los chicos fueron en su busca. Encontraron su cuerpo tumbado sobre la sepultura, fría, rígida y con la cara totalmente desencajada del miedo. Sin darse cuenta, Alexandra se había enganchado la falda con la navaja al clavarla en el suelo. Era la navaja lo que la retenía y ella había muerto de miedo tras sufrir un ataque al corazón.



Patricio Amdor

domingo, 27 de noviembre de 2011

El fantasma de Verónica

Nunca debes ponerte frente al espejo y repetir nueve veces seguidas el nombre de Verónica. Sé que quizás hayas oído esta historia...Quizás pienses que es mentira y no me creas...está bien, no pasa nada, pero por favor NO TE BURLES DE ELLA ya que puede caer sobre ti una maldición terrible.
Veronica era una chica de 14 años que haciendo espiritismo en una casa abandonada no siguió las reglas de los fantasmas, se burló durante toda la invocación y una silla que había en la habitación cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza. Pero la venganza de los espíritus no acabó aquí: Verónica aun no descansa en paz. Su espíritu está condenado eternamente y ahora es ella la que quiere vengarse de todo aquel que no sabe respetar el Mas Allá.
María era una chica que conoció la leyenda en su universidad. Ella era mayorcita para creer en esas estupideces, pensaba ella y se reía. Sus amigos le decian, que si era tan valiente no tendría problemas en hacerlo. Fue a un baño, acompañada de una compañera y lo hizo. No pasó nada y el grupo, entre risas, lo olvidó enseguida.
Pero María no pudo olvidarlo. Al hacerlo sintió un escalofrío indesscriptible...y su pesadilla comenzó esa misma noche. Tumbada en la cama, despertó por un sonido raro. Era un susurro indescifrable que oía cerca de la nuca. Además sentía como si alguien respirara en su cuello. Asustada, se levantó y encendió la luz. Nada había a su lado. Pero no pudo dormir en toda la noche.
Al día siguiente, no se atrevió a contárselo a nadie de la universidad aunque aún seguía aterrorizada por lo que le había sucedido la noche anterior. En mitad de la clase tuvo que salir al servicio. Cuando entró al baño, hacía mucho frío y una capa de vaho cubría el espejo. María lo limpió con la mano y vió horrorizada que tras ella había una chica con una expresión de odio y sangre en la cabeza. Cuando se volvió a mirar, ya no había nadie. Rió nerviosamente, pensando que todo era fruto de su imaginación, los nervios y el cansancio. Sin embargo, al volverse hacia el espejo vió algo que la dejo blanca. En el vaho había frase escrita: "No debiste invitarme a volver".
María no pudo soportarlo. Encerrada en un manicomio, sólo decía que el fantasma de Verónica la seguía atormentando. No pudo soportarlo y acabó suicidándose.
Yo lo pensaría dos veces antes de meterme con el Más Allá ...

sábado, 26 de noviembre de 2011

La bruja en forma de pájaro

En la localidad de Manantial ubicada en San Migel de Tucumán, en cierta zona, cuenta la gente de por hay que en las noches se sienten ruidos de alas moviéndose.Una mujer un día sintió ese ruido,ella se asustó por que estaba sola con su hijo.
Su marido estaba de viaje, entonces el ruido era cada vez mas fuerte, abrazó a su hijo, garró un machete, y
salió, afuera de su casa vio un pájaro enorme color negro.
La mujer se asustó tanto que quedó paralizada, levantó su machete y cortó al pájaro, en una ala el ave voló. A la mañana siguiente, vio con una venda a su vecina en el mismo lugar en donde cortó al pájaro, la mujer se asustoó tanto que se mudo de la localidad.                                                    

                                                                       FIN
Vanesa frías    

La luz blanca

 Una noche, me levante para ir al baño, eran la 3:30 de la mañana, sentí un ruido, era una bolsa que estaba con dos cascos de motocicleta.Cuando me di vuelta  vi una cosa blanca, era como una luz pero un blanco muy brilloso.
Me quede paralizada y la voz me salía muy despacio, cuando recuperé el aliento, salí corriendo me di vuelta, la luz seguía allí, luego seguí corriendo, mire atrás y la luz ya no estaba. 

El familiar.

El origen del mito es paralelo con el desarrollo industrial del noroeste Argentino, pero el numen argumental deriva del primer pacto que el hombre celebra con Satanás, en otras palabras "El Familiar" es Satanás. Los dueños de las grandes fábricas han cedido a la tentación y le prometieron el alma a cambio de la riqueza.
El Perro Familiar
El Perro Familiar
Este mito tiene su comienzo por un presunto acuerdo entre el dueño del ingenio y el diablo, por el cual aquel debía entregar como condición para que el ingenio funcionase bien, un peón por zafra. Quien salía a buscar ese peón era el familiar, un enorme perro negro de brillantes ojos rojos que arrastraba unas largas cadenas, elemento siempre relacionado a los seres de bajas vibraciones y/o condenados, o a emisarios del demonio, recorre los cañaverales en línea recta y en caso de cruzarse con alguna construcción las atraviesa, nada lo detiene ni hiere, mucha gente asegura haber visto al familiar. Lo curioso es que el mito señala que los peones elegidos eran siempre los más rebeldes, los más contestadores, aquellos que, al ser encontrados por el demoníaco can, desaparecían para siempre.
Cuando el propietario del ingenio muere y no pasa el secreto a un heredero también desaparece el Familiar, ya que nadie lo alimenta, de igual manera también la fortuna se irá, pero solo por un tiempo ya que el maligno en sus múltiples formas vera de recuperar su territorio y expandirlo, para beneficio de algunos pocos y desdicha de muchos otros

Musica de fondo